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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Canal 9, o la caida de un imperio.

Ayer, 5 de Noviembre de 2013, la cadena pública televisiva de la comunidad valenciana sufrió el mayor ERE posible de todos, la propia cancelación de toda la cadena.

Llevamos ya años con un asunto espinoso que, propiciado por la crisis, se puede definir como el carroñeo de una cadena pública y la privatización de otro servicio. Y no es la única cadena en ésta misma situación. No hay mas que irse a Madrid para comprobar el estado de su cadena homónima. De hecho, hoy mismo, el presidente de la comunidad ha amenazado a través de los medios al TSJ de Madrid con reproducir la misma gesta acontecida por el "Molt Honorable" Alberto Fabra. Y es que, si la cadena pública no puede ser para sus amigos, no será de nadie.

Vamos a los motivos: Se pretende hacer creer que los motivos son económicos, que no hay solución plausible para tal problema, y que por tanto, por el "bien de todos", es necesario que se cancelen todos los servicios que estaba dando la cadena televisiva a todos los valencianos. De hecho, se ha intentado incluso mezclar manzanas con peras, y se ha aducido a la reducción que supondría para la educación, sanidad y otros servicios sociales. Naturalmente, la Generalitat no tiene otras partidas de donde tirar, porque las "otras" son intocables. Pero es que, nisiquiera es un tema de falta de recursos, porque luego tiran de dinero de forma absurda para cualquier pequeño infundio, como por ejemplo cambiar el logo de la propia cadena televisiva.

Es vergonzoso que un "gestor publico" aka "político de chichinabo que nos representa" aluda constantemente a la falta de capacidad de ellos mismos a encontrar otras soluciones, y que siempre apliquen aquellas que sean más perjudiciales para la gente corriente, aduciendo que "no se puede hacer otra cosa", un discurso muy manido y que ya cansa. 

Sin embargo, no voy a hablar por hablar. Voy a dar una pequeña solución. La generalitat ya tiene que pagar si o si los finiquitos y la pasta gansa que debe de un año de despido improcedente, pero... ¿no seria mejor hablar con los trabajadores, quitarse el pago de los finiquitos y darle las riendas a los mismos trabajadores de la cadena, en forma de cooperativa con ayudas autonómicas? El coste para la generalitat sería mínimo a partir de entonces, y se podría respetar la legalidad vigente y la comunidad autonómica tendría una cadena pública. 

Naturalmente, por contra, no podrían venderselo a los amiguitos del alma que estaban deseosos de coger el burro de la financiación pública, otra vez, ni podrían controlar de forma eficiente los contenidos como llevan haciendo más de 15 años. Y claro, como he dicho antes, "si no es mio, no es de nadie", o lo que es lo mismo, "el escatergoris es mio y me lo llevo cuando quiero".

Esta mentalidad infantil que acomplejan a nuestro políticos, ya no en la comunidad, sino en toda España, es el problema principal que debemos resolver en nuestra sociedad a día de hoy. No son capaces de ver más que lo que su ideología programada, o el dinero, les presente en su cara, y por tanto no estan capacitados ni por asomo a realizar lo que es realmente el trabajo de un político, llegar a acuerdos y consensos por el bien de un territorio.

Sin embargo, despues de esto, voy a ser crítico.

Primero con la cadena cancelada. Hace años que sólo sirve para promocionar las fiestas regionales y poco más. Es cierto que no es culpa de sus trabajadores, sino de esos directivos puestos a dedo por los politicos de turno, que hacían callar ciertas informaciones y enardecer otras, pero ha faltado un sector crítico más duro en el seno de Canal 9. Como periodistas, estoy seguro que más de uno ya se ha sentido, o se siente, terriblemente avergonzados de su profesión por haber tenido que aceptar dichas condiciones. Pero por ello mismo, ahora mismo tienen una oportunidad de ORO para empezar a hacer las cosas bien, y si no sacar los trapos sucios del pasado, empezar a hacer buen periodismo. El sector de comunicación debe darse cuenta de que ellos no son inmunes al ataque de los desalmados del poder económico.

Segundo con la sociedad en sí. Hace mucho que se oye una cantinela en toda España: "tenemos lo que nos merecemos". Esa actitud derrotista ha calado, y mucha gente se contenta con ella, resignándose a pagar "quien sabe qué delito". Si, puede que tengamos lo que nos merecemos por el simple hecho de haber pasado de todo y no haber caído en que tenemos más voz de la que creemos, pero lo que no esta bien es quedarse callado y resignarse, o seguiremos teniendo lo que nos merecemos. La resignación es un camino peligroso que lleva a la ira, porque se te va acumulando dentro poco a poco. Y es ahí cuando vienen partidos populistas y se te comen, porque dicen las palabras mágicas que quieres oir, que no es tu culpa, que los culpables son tal o cual, y que hay que ir a por ellos. Y eso no es cierto. Todos somos responsables, lo que nadie quiere hacerse el tonto, y si se ha sido tonto, se encoge, se oculta hasta que alguien le dice que puede vengarse.

Y tampoco está nada bien que cuando alguien lo empieza a pasar mal, simplemente lo aceptemos y digamos, se lo merecía por lo que ha hecho. Esto lo he oído mucho al respecto de la cancelación de la cadena. Lo siento, pero los errores existen, y si alguien empieza a ver la luz al final del túnel, lo último que hay que hacer es empujarlo hacia al final otra vez. Lo que hay que hacer es ayudarle a que salga del túnel.

No se si lo leerá mucha gente, me da igual. Y espero que la gente que lea esto, reflexione y empiece a pensar más positiva y activamente. Por lo que a mi respecta, yo ya estoy tranquilo. Y apoyo la huelga de Canal 9.