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miércoles, 18 de junio de 2008

El brguebajje del amorrr (dicho por Zoidberg)

Lo prometido es deuda, y aunque haya tardado más de lo que debería haberlo hecho, como compensación (o castigo), entrelazaré mientras divago sobre la bebída vigorizante que nos ocupa, una historia sobre brebajes y maldiciones.



Las fotos fueron tomadas en pascua de éste año, 2008, con mi mega cámara digital de móbil. Espero que sea suficiente, sino os aguantais.
El Alquimista corría con sus ingredientes hacia su laboratorio. No podía esperar más o sería tarde. Su brebaje, su cura milagrosa sólo podía realizarse antes de medianoche del nacimiento centesimoséptimo de la primavera desde que la luna brilló sobre el sol ante los signos de cancer y piscis. Mientras corría, cayó en la cuenta de que le faltaba lo más importante. Su recipiente. La morada de un recien nato aún vivo que nunca hubiera llorado ni dormido en ella, pero que tuviera restos de su vida espesa.

Traducción: La bañera de bebé que tanto deseabais ver. MUHOHAHAHA.

Comparar con hornos

Y bueno ya que estamos.. Os enseñaré el muestrario completo de lo que vamos a usar. Disculpad, falta el azucar, la fanta, la cuchara y mi excelente persona en la foto.

La muestra \

Como podréis comprobar, en aquel momento decidí realizar una sangría con un coctel de frutas muy variado.
Media hora más tarde, el alquimista se encontraba de regreso en su laboratorio con el recipiente, y lo colocó sobre el altar de madera de sebo de los reinos de Antharas con una devoción digna de una madre por su hijo. Empezó a contar sus ingredientes, que cual noé hiciera antaño, se encontraban casi todos emparejados.

Bueno, eso de las parejas ha sido más bien una casualidad. Simplemente calculé a ojo, ya profesional por supuesto, la cantidad de fruta que necesitaría y bueno.. diversifiqué.

Ahora no os perdais porque voy a hacer una pequeña clasificación de frutas, como las bebidas:

  • Rojas

  • Blancas

  • Neutras


Lo de los colores es por entendernos. Las rojas son aquellas que, por su sustancia, por su sabor, o por lo que sea, otorgan algo excepcional al sabor conjunto de la sangría. Entre ellas destacaremos las fresas, las naranjas, e incluso, bien machacaditas, las cerezas. Digamos que son las frutas que mejor fermentan.

Luego tenemos las blancas. Son aquellas frutas que, aunque puedan otorgarle a la sangria algun tipo de sabor, su función principal es la de ser receptoras de su jugo para poder disfrutarlas bocado a bocado, con su toque especial e individual. En ésta categoría encontraremos el melón, la pera, la piña, la manzana.

Y al final, tenemos las neutras. Son aquellas frutas que no otorgan nada especial a la sangria. Ni siquiera un ápice. Simplemente la complementan. Además suelen absorver también algo de su esencia, aunque más bien poca y sigue sabiendo más a lo que es. En éste rango tendríamos la uva( vino+uva...redundante), el plátano, el kiwi, los frutos secos. Aún así, son frutas que mejor tener alguna, pues dan consistencia a la sangría para que se mantenga con mejores resultados durante el tiempo posterior a su realización (Para que no se pudra demasiado pronto vamos)

Pues nada más queda elegir un porcentage adecuado de fruta de cada tipo. En mi opinión, aproximada eso si, y con la relación con la receta mostrada en la foto:

1/8 de frutos neutros (platano,uvas)

2/4 de frutos blancos(Piña,manzana,pera,melocotón)

Resto de frutos rojos(fresas,naranja,limón)

¿Porque no añadir tantos frutos rojos como se quieran? ¿Porque limitarlos? Porque sólo conseguiríamos una mezcla de sabores demasiado confusa.

¿Y la canela? Hay mucha gente que le gusta la canela en la sangria. No sólo me lo dicen por castellón. A eso respondo.... eso no es sangría, es vino con canela. La canela es como el ketchup, mata los sabores anteponiendose al resto y no dejándo acrecentar la mezcla adecuadamente.

Y con todo ésto, continuemos. Antes que nada, deberemos rociar la bañera con una ligera capa de sacarina

El principio

líquida en el fondo. Ligerísima, que és ultraconcentrado.

[Podeis fijaros también en el tamaño de las rodajas de plátano en la foto. Eso no hace que sea más jugoso ni nada, sino más fácil de comer.]

Luego troceamos la fruta, y la vamos dispersando dentro de la bañera. Quedará algo así:

Con esto se termina el primer paso





Orgulloso como se hallaba de su labor, contempló la perfección de su obra, sin prestar atención al tiempo que se le caía encima. Craso Error.

Como acabais de leer, nuestro impetuoso personaje está apunto de fastidiarla por culpa del mayor de los contratiempos posibles. La falta del mismo. Una buena sangría ha de ser macerada durante, al menos 4 horas, aunque sea aconsejable llegar a las 12-14 horas para una buena elaboración casera.

Pero sigamos con la receta. Ahora llega el momento esperado de aplicar una ingente cantidad de vino en la receta. En la que tenemos actualmente entre manos, hemos aplicado un lavao de 4 litros de vino tinto. Desde mi experiencia, ya que lo que da el gustillo a la sangria es la fruta natural mezclada, lo último que necesitamos es un vino de marca. Todos quedan igual de afrutados y sabrosones. Eso sí, que sea Tinto (tengo que reconocer que quiero probarlo con vino blanco, igual está mejor).

Momentus Algidus

És en éste momento en donde empieza a surtir efecto la mágia del proceso de maceración. Con el vino entrando y saliendo de la fruta, sacando su jugo y metiéndose él dentro de la misma. Repitiendo el proceso una y otra vez durante horas, horas y más horas.

Para dejarlo libre de todas las toxicidades procedentes del exterior, éste es un buen  momento para tapar la bañera con algo. En éste caso una toalla limpia y grande. Sería mucho mejor un trozo de madera hecho a medida para tapar la bañera, pero de eso no disponemos en éstos momentos. Ya llegará.

Ojo con las moscas
El alquimista procedió a insertar el recipiente en el corazón de la marmita a presión para acelerar, si cabía, el proceso. La vida y destino de su pueblo dependían de que lo hiciera antes de media noche. Se había descuidado y no podría soportar mirar a los ojos de su gente mientras las bestias del averno asolaban el paraje delante de ellos.

En fin, llegados a éste punto, ya sólo falta lo más fácil y lo que todo el mundo sabe hacer. Terminar de preparar la sangría. Han pasado las horas. La fruta ya debe estar en su punto para ser rebautizada otra vez. Si señores. Ahora es cuando se introducen los elementos externos más versátiles. Cada cual a su gusto. En mi opinión, ya queda bien con los que introduzco. Aunque a veces he pensado en poner fanta naranja en vez de limón y cointreau en vez de vermouth. Pero sigo fiel a mis principios de momento.

Los elementos externos deseados deberían ser:

  • Una bebida blanca(bebida "para chicas" que se dice. Bebida dulce. Vermouth(martini), cointreau, ginebra,...), ya que éste tipo de bebida suele complementar el gusto de la sangría, no matarlo. En un principio, para los cuatro litros de vino, le hecharía litro y medio de vermouth. La botella entera vamos.

  • Una bebida gaseosa. En mi caso me quedo con la fanta limón por su acidez. La cocacola no es muy frutera y mataría el sabor. La naranja me parece demasiado convencional para la sangría. La limonada... pos no lo he probado, todo hay que decirlo. Igual queda bien. Si hay cuatro litros de vino, hay dos litrillos de fanta(1 botella de fanta ¡pardiez! no os equivoqueis)


El proceso sigue así:

  1. Echar un poco de azucar, sólo espolvorear un poco. Es para que haga reacción con el alcohol y la fanta. Así queda algo espumosa la sangría. Pensad que el dulce ya lo proporcionan: la fruta, la sacarina, la bebida blanca.

  2. Echar el vermouth en la bañera.

  3. Remover.

  4. Echar la fanta.

  5. Remover.

  6. Esperar a 3 minutos antes de servir.

  7. Echar hielo.

  8. Servir.


Como he dicho antes, ésta sangría está hecha para durar, siempre que esté tapada, incluso fuera de la nevera. Yo he llegado a tenerla semana y media y seguir estando buena.  Por lo tanto, los puntos 6-8 se pueden repetir tantas veces como se quiera si se viera necesario el enfriamiento. Eso sí, al final se adulterará con tanta agua.

Manjar de dioses
Presuroso, intentaba terminar de introducir todos los ingredientes restantes. Ojo de colibrí, corazón de hada, manjar dorado del abeto naranja,... Enfrascado como estaba no se dió cuenta de que el tiempo se había terminado hacía escasos minutos. Y és entonces cuando terminó el ritual. El brebaje estaba listo. Pero algo había despertado cuando debió seguir ajeno a todo. Eran ellos. Los demonios del averno venían a terminar lo que empezaron hace tantas lunas. Y el los había convocado. Todo era inutil. Había fracasado.

Bon voyage

No se que tienen los finales chungos que me pueden :_) Bueno todo coña, éstos fueron los que degustaron la sangría al día siguiente. Pero vamos, es divertido convertirlos en engrendos del averno de vez en cuando :D

Digamos que la noche anterior me puse a preparar el mejunje y llegaron al dia siguiente. No se porqué me los imaginaba preparando las maletas mientras yo partía la fruta y se me ocurrió parte de lo contado del alquimista XD.

Ahora solo me falta conseguir el tubo de "Los toledanos" para servir el mejunje. A ver cuando robo varios :_)

E aquí el metro en cuestión. Imaginaros que estais con la cabeza apoyada en la mesa, mirando hacia arriba.

El metro

Bueno, yo ya he cumplido por hoy nenas y nenes. Bon apetit.

2 comentarios:

  1. Si es que sólo tú y Ferrán Adrià podéis tener la ocurrencia de pensar en hacer algún día una sangría con vino blanco. Qué innovadores, de verdad.

    Puntos que quisiera aclarar, de todos modos:

    1) No has dicho que, aunque segúia estando buena, después de dos días y medio macerando, la sangría comenzaba a pedir derechos propios y a eructar como una camionera.

    2) Me parece indignante y sexista que consideres las bebidas blancas como "de chicas". También lo son de mariquitas.

    Por lo demás, nada que objetar. Gracias por hacernos partícipes de tu secreto milenario.

    :)

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