Entrada de Búsquedas

domingo, 20 de julio de 2008

Capitulo 5

Advertencia





La historia del cojo


Despertó tembloroso y sudado dentro de una habitación de niño. Empezó a sollozar por la pérdida sufrida mientras examinaba, por primera vez, el lugar donde se encontraba. La habitación estaba decorada con imágenes de pájaros y de gatos de dibujos, con un tono verdáceo por toda la pared. Manchas de sangre coagulada parecían decorar las cercanías de la puerta y de la ventana. Tenía una silla al lado, en donde estaba apoyada su ropa y unas muletas de hierro. El armario, medio roto, dejaba ver su vacío interior, donde una rata parecía jugar con la cabeza de un muñeco de plástico. Como buenamente pudo, se incorporó en la cama, y empezó a vestirse. Debía alejarse de allí cuanto antes. Le costó mucho ponerse los pantalones, y la falta del pie izquierdo le dejó aturdido, mirando las vendas, durante más de lo que el creía que serían veinte minutos. Una vez vestido, era hora de irse. Con un dolor intenso en la pierna debido al corte, y con el equilibrio mal regulado por la falta de práctica, cogió las muletas y se puso de pie. ¡Que mala suerte!, era la pierna con el esguince la que se había salvado. Tendría que ir con cuidado. Se acercó a la ventana para comprobar el exterior. Increible, habían siete cuerpos descabezados allí abajo y un andante se acercaba a la posición. Entonces pensó en el hombre de ayer, su captor. ¿Quien era?, ¿Que pretendía de el? Tendría que enfrentarse con el para superar esta situación en su actual estado, no había duda.

En ese momento, alguien golpeó la puerta. "¿Estas despierto ya?", escuchó, "Hoy hace un buen día para moverse, sal a desayunar cuando puedas". Y oyó cómo los pasos se alejaban. Resignado, se acercó lentamente a la puerta, la abrió, y salió al comedor, donde el extraño lo esperaba masticando un trozo de jamón ahumado.

-"Me alegro de verte de pie y sin gritar", dijo mientras sonreía y masticaba," sientate, tenemos que hablar me parece, y tienes que comer un poco. Creo que andas algo famélico"

-"Gracias" contestó, y se sentó delante, no sin mirarlo con curiosidad y algo de miedo,"¿Cuanto tiempo llevo inconsciente?"

-"Algo así como medio día hasta que tuve que golpearte. ", dijo sin remordimientos visibles, "Luego un dia entero más. Supongo que aún te dolerá el corte."

Miró la mesa llena de comida preparada. Tocino, atun, cereales, leche, zumo, incluso algo de caviar. Con el hambre que tenía después de tres dias sin comer, ni lo pensó. Empezó a engullir con avaricia atragantándose en cada bocado.

-"Espero que te guste, és lo único que había comestible en ésta casa. Después de dos meses, menos mal que existen las conservas y los tetrabricks", dijo observando a su invitado. Él no dijo nada, más bien siguió engullendo intentando refrenar la necesidad de asestarle un golpe en la cabeza a semejante malnacido que le había cortado la pierna.

Una vez terminado, irremediablemente y sin poder evitarlo, se echó a llorar delante de su captor. Habia sido mucho tiempo, simplemente preocupado por huir y sin comer nada de nada. Ahora empezaba a sentirse mal por sus compañeros muertos, y el dolor del estómago por haber comido tan rápidamente después de tanto tiempo, le recordaba que aún seguía vivo y cuán afortunado había sido. Y no pudo más que darse cuenta que debía agradecer al extraño el haberle cortado la pierna, evitando así volverse como ellos.

Un brazo se posó sobre él en un intento de tranquilizarlo. "Calma, calma", escuchó, "cuando te relajes hablaremos. Vuelvo en dos horas, aquí estarás seguro." Y con ésto, se puso su gabardina y salió de la casa, cerrándola tras de sí.

Cuando volvió, él seguía sentado en la silla, cansado de llorar. El extraño entró con varias mochilas llenas y una maleta cerrada.

-"Hoy hay que irse de aquí. Sólo hay muertos y cosas rotas en este pueblo.", el extraño se sentó delante suyo mientras decía esto. Ahora que se fijaba, tenía un acento marcadamente abierto y afrancesado, por lo que seguramente no sería de la región donde se encontraban.

-"Ahora, si puedes hablar, me gustaría saber tu historia. ¿Sabes de más gente viva? ¿Te dirigías a algún punto en particular? Estabas en las últimas, ¿como has sobrevivido hasta ahora?" La actitud del extraño había cambiado un poco, por lo visto había estado mucho tiempo solo. Le miraba con una avidez digna del mayor fanático.

Le costó empezar a hablar. El extraño no paró de preguntarle una y otra vez lo mismo. La paciencia que había tenido antes, parecía haber desaparecido en éstos momentos.

-"¿Q..Que llevas en esas bolsas?"

-"Lo único comestible que queda en éste funesto pueblo.", fue lo único que dijo. Y desde entonces se mantuvo callado. Esperando respuesta.

-"¿Donde pensabas ir?", el extraño se mantuvo callado, mirándolo atentamente, esperando algo, "Yo... vengo desde bastante lejos. Otro pueblo hacia el sur. Nos refugiamos con prisas en un chalet bastante viejo. Cinco en un principio. Quince al final."

El extraño parecía maravillado ante lo que oía,

-"Muchos han muerto igualmente en ese chalet, y pronto morirán de hambre los que quedan. Eramos tres los que salimos en busca de comida hará cuatro días. Una partida de recolección. Uno que conocía la zona y podía indicarnos las casas más idoneas parar tener suministros fuera del pueblo, otro cazador, y yo", sollozó.

A pesar de eso, estaba desatado. Necesitaba contarlo todo al extraño, liberarse de la carga,

-"La marcha era lenta, evitando zonas antes pobladas, evitando caminos, evitando cualquier signo de ruido extraño. Encontramos algunos por el camino, fáciles de terminar. Ya habíamos despojado de alimentos a dos casas de las cinco por las que teníamos que pasar, cuando una oleada de andantes apareció por la espesura. Pillaron al cazador antes de que éste se diera cuenta. Al otro no lo pillaron por los pelos, pero le mordieron un brazo. Empezamos a correr como alma que lleva al diablo."

Reflexionó un poco pensando en lo que había pasado.

-"Al cabo de unos minutos, paramos para descansar un momento. Oíamos a los andantes acercarse poco a poco a nosotros. Mi compañero se encontraba muy mal. Nunca antes había presenciado nada parecido como el cambio, por lo que yo estaba indefenso ante eso. Sólo veía a un compañero herido y derroché parte de mi fuerza en traer a mi compañero conmigo. Al tiempo, no puedo precisar cuanto, empecé a preocuparme por mi compañero. Empezaba a oler mal, y desataba una respiración extraña, como de asfixia, y... y..."

Sus ojos empezaron a enrojecerse, como queriendo expulsar más lágrimas, sin poder evitarlo al recordar con terror lo que sucedió entonces, pero después de todo el tiempo que había estado llorando, sólo conseguía unos ojos más enrojecidos.

El extraño lo miró con compasión y lo interrumpió:

- "Supongo que se lo que pasó luego. Dejemoslo. Ahora interesa más saber hacia dónde está el chalet ese del que hablas. Puede que salvemos alguna vida más si salimos pronto. Tendrás que ir recordando por donde has venido mientras vamos. Y si puede ser recoger lo que os dejasteis de camino."

-"Pero, los muertos, ...", dijo asustado.

-"No te preocupes, no he sobrevivido solo durante tanto tiempo sin aprender alguna cosa", al terminar la frase entreabrió la maleta y sacó una botella de perfume, "Ahora te rociaré con ésto. Mientras dure el fuerte olor que desprende, se acercarán mínimamente a tí. Yo me encargo del resto.", y sonriendo con una sonrisa de modelo totalmente artificial articuló, "Por cierto Bastian, llámame Cuervo"

El hombre no podía dar crédito a lo que oía. Algo tan simple y nadie lo había probado. Esperanzado, observaba al extraño mientras éste lo rociaba con el perfume. Sin darse cuenta que lo habia llamado por su nombre.

Unas horas más tarde, y después de tranquilizarse sobradamente, se prepararon y salieron del edificio. Él con muletas y una mochila en la espalda, llena de comida. Aún intentando acostumbrarse a su nueva situación. El extraño, con otra mochila y una maleta cargada de perfumes.

Una maleta



"One Step Closer" - Linkin Park



I cannot take this anymore
Saying everything I've said before
All these words they make no sense
I find bliss in ignorance
Less I hear the less you'll say
You'll find that out anyway


Just like before...



Everything you say to me
Takes me one step closer to the edge
And I'm about to break
I need a little room to breathe
Cause I'm one step closer to the edge
I'm about to break



I find the answers aren't so clear
Wish I could find a way to disappear
All these thoughts they make no sense
I find bliss in ignorance
Nothing seems to go away
Over and over again


Just like before...



Everything you say to me
Takes me one step closer to the edge
And I'm about to break
I need a little room to breathe
Cause I'm one step closer to the edge
And I'm about to break



Shut up when I'm talking to you
Shut up, shut up, shut up
Shut up when I'm talking to you
Shut up, shut up, shut up, shut up


I'm about to BREAK



Everything you say to me
Takes me one step closer to the edge
And I'm about to break
I need a little room to breathe
Cause I'm one step closer to the edge
And I'm about to break

No hay comentarios:

Publicar un comentario